jueves, 9 de julio de 2009

10 consejos ATEA para prevenir el sufrimiento de los Animales en su vida cotidiana




1. Cuando compres zapatos, abrigos y prendas de vestir en general, considera las alternativas. En lugar de adquirir cuero, pieles de lujo, lana, o seda, trata de elegir productos de fibras vegetales o sintéticas. Son igualmente atractivos, en ocasiones más baratos, y no causan dolor a los animales




2. Intenta reducir los productos animales (carne, pescado, leche, huevos) en tu dieta tanto como te sea posible. Es posible que, si nunca te lo has planteado, te resulte un poco duro al principio, pero seguro que te resulta más seductor de lo que pensabas. Las condiciones que tienen que soportar los animales en las granjas intensivas o en su captura en el mar son terriblemente crueles. Además, actualmente el mercado facilita bastante algunas opciones, como elegir margarina en lugar de mantequilla, leche de almendras o de soja en vez de leche de vaca, hamburguesas o salchichas vegetales que pueden satisfacer tu paladar. Tú pones el límite. Plantéate en serio la posibilidad de revisar tu dieta para evitar tanto sufrimiento inútil.





3. Haz un esfuerzo por adquirir cosméticos y productos de limpieza para la casa que no hayan sido experimentados sobre animales. Es una forma de boicot muy eficaz contra empresas a las que no les importa el dolor ajeno. La lista de marcas comerciales que se han adherido a esta opción ética es cada día más amplia. En general procura evitar cualquier producto que contenga ingredientes animales.





4. Convence a la gente de tu entorno para que no practique la caza y la pesca deportiva. Se trata de actividades tan crueles como innecesarias que causan espantosos sufrimientos a los animales y que violan su derecho a la vida y a la integridad física.





5. Respeta a los animales que viven en su ambiente natural. No los molestes. No tienes porque sentirte cautivado por su belleza, pero no olvides que ellos están en su única casa y que la necesitan para vivir. Colaborar con grupos ecologistas es una buena manera de posicionarte a favor de su protección.





6. Muéstrate crítico con aquellos negocios basados en el cautiverio de animales (zoológicos, parques acuáticos, aquariums, circos...) Los animales necesitan grandes espacios abiertos, y estos centros no satisfacen sus necesidades psicológicas y sociales más básicas. Lejos de poder considerarse entornos educativos, se muestran muchas veces, como en el caso de los circos y parques acuáticos, como una autentica tortura para ellos, pues son obligados a actuar de manera contraria a su naturaleza.





7. No te quedes callado si en los colegios o universidades de tu entorno se experimenta con animales. Recuerda que tienes el derecho moral a hacer objeción de conciencia hacia determinadas prácticas. Sugiere a los profesores que opten por alternativas que no supongan la utilización de animales, y que se creen debates al respecto.





8. Si encuentras un animal doméstico extraviado o sin dueño , intenta buscarle un lugar seguro donde se le acoja como a uno más de la familia. Piensa en la posibilidad de que tu casa puede ser el sitio perfecto. Si no encuentras otra alternativa mejor, llévalo a un Centro de Protección Animal e interésate por su porvenir. Si tienes la imperiosa necesidad emocional de convivir con un animal, piensa siempre primero en adoptarlo de un refugio. No lo compres a criadores profesionales, pues estarás alimentando un cruel negocio. Los únicos animales adecuados para convivir con nosotros en casa son los perros y los gatos. Si ya convives con alguno de ellos, no permitas que tenga descendencia. Será lo mejor para ellos y para ti.





9. No adquieras animales exóticos, incluidos los llamados "pájaros de jaula", para los que su cautiverio constituye un sufrimiento constante. Hámster, cobayas y loros nos resultan animales simpáticos pero son fruto de un comercio que los ve como simples objetos, y cuyo único objetivo es la rentabilidad económica final. Otros animales, como las tortugas de Florida, serpientes, arañas, chinchillas o ranas no tendrán en nuestra casa más que una mala imitación de su verdadero hogar. Prácticamente en todos los casos, la ilusión inicial deriva en problemas que acaban pagando siempre los mismos. Algunos de los animales que venden en las tiendas han sido raptados directamente de su medio y transportados en unas condiciones tan aberrantes que la mayoría muere antes de llegar a su destino.





10. No participes con tu presencia ni con tu dinero en espectáculos públicos crueles con los animales. Las corridas de toros, encierros, vaquillas, carreras de caballos y de galgos, están basadas en una explotación injusta de las víctimas. Piensa que si todo el mundo adoptase una postura más activa y crítica, tales situaciones no existirían.








Además de todos estos consejos, te sugerimos que te plantees en serio la posibilidad de militar activamente en Grupo de Defensa Animal. Hay muchos para elegir. ATEA es uno más. De esta forma, usarás tu voz y tu tiempo a favor de los más indefensos. Los animales no pueden hablar ni organizarse para exigir sus derechos. Hazlo tú por ellos.




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