Bueno, pues ya le iba tocando a mi Manolito.
Un frío día de Noviembre fuimos a buscarle.
Después de insistir e insistir en casa, y tras ver un anuncio en el periodico de que se regalaban Gatitos lo conseguimos.
No recuerdo porque le elegí a él y no a cualquiera de sus hermanitos. Será como dicen, que él me eligió a mi.
Y así con él abrigado debajo de mi chamarra y sacando la cabeza fue como llegamos a casa, y mi hermana y él se conocieron.
Mi niño vivió con nosotros más de 13 años. Hasta de una diabetes y un páncreas que no podía más lo separó de nosotros.
Bufff, cómo sufrió Iratxe en el momento de tener que tomar la decisión de dormirle.....
y como lloré yo al tener su cuerpo sin vida en mis brazos y tener que dejarlo en la tierra......
Manolito era una bolita de suave pelo, y naricita y almohadillas rosaditas.
Tanto, tanto que parecía un subwofer.
Al vivir en casa de mis padres, y ser nosotras unas niñas, tuvo que adaptarse a las normas que ellos ponían: un baño a menudo y amputación de las uñas.
Y echar una buena siesta que la vida de Gato casero debe ser muy dura.
"El Paraíso jamás será Paraíso a no ser que mis Gatos estén ahí esperándome." - Epitafio en un cementerio de animales
Al vivir en casa de mis padres, y ser nosotras unas niñas, tuvo que adaptarse a las normas que ellos ponían: un baño a menudo y amputación de las uñas.
Eran otros tiempos y hasta los veterinarios lo recomendaban para no sufrir desperfectos en casa.
Pobrecito.
Siempre pienso en lo diferente que fue su vida comparada con la de mis Gatos de ahora...
Aún así, él era el rey de la casa y fue mimado por todos nosotros.
Era un adicto al calorcito.
Buscaba cada pequeño rayo de sol para hacer la fotosíntesis.
Y echar una buena siesta que la vida de Gato casero debe ser muy dura.
Y ésta era su postura favorita.
Nadie se podía resistir a esa tripota blanquita y calentita.
Ninguna tripita de Gato a vuelto a oler como olía la suya.
Le enterramos en un bonito sitio soleado bajo unos árboles en el monte Artxanda de Bilbao.
Allí no está solo, ni tiene miedo por las noches.
Está junto a Lucky la preciosa perrita de Oscar y su familia.
Lucky lleva allí esperando más tiempo. Pero ya no está sola.
Los dos se cuentan sus historias de cómo nos conocieron, y lo felices que fueron y nos hicieron.
Allí estarán, al otro lado del Arco Iris esperando.
Se que estarán en un buen sitio. Tomando el sol durante el día, y acurrucados cerca de una calefacción durante las noches.
"El Paraíso jamás será Paraíso a no ser que mis Gatos estén ahí esperándome." - Epitafio en un cementerio de animales
Se me han saltado las lágrimas, cuentas la historia con mucho amor, se nota que lo queríais mucho.
ResponderEliminarLas fotos panza arriba son geniales!
Me has hecho llorar, que lo sepas.
ResponderEliminarMuy buena entrada.
Besos desde Melilla de mi parte y de la de Antonio.
Ostraaaaas, que uno está blandengue a estas horas de la noche... :''')
ResponderEliminarGran historia, seguro que le quisísteis mucho.
Un abrazo.
Qué bonito, Ainhoa... qué gracioso panza arriba, menuda barrigota!
ResponderEliminarun beso
Una entrada preciosa, seguro que Manolito fue muy feliz con vosotros. Qué suerte tuvo de elegiros!
ResponderEliminarMuchos besos y sigue cuidando y mimando a tus michis, igual de bien como hiciste con Manolito
Hola!! Yo también he llorado(y no poco)Ni os haceis idea-bueno vosotros seguro que sí- pero la gente nunca lo comprende lo que significó para nosotras. Siempre acompañándonos:cuando estudiabamos para los examenes de la carrera, cuando tu novio va por 1ªvez a casa, cuando te deja y te hinchas a llorar en el sofa agarrado a él...
ResponderEliminarIncluso al final recuerdo con que paciencia le cuidaba mi padre, y le ponía las inyecciones de insulina que necesitaba. Y él se dejaba como un bendito.
Cuando murió lo pasé fatal. Pero ahora lo recuerdo con una sonrisa. Nos dió muy buenos momentos, mucho cariño. ¿ No creeis que los gatos deberían vivir mínimo 50 años??
Un recuerdo muy entrañable cargado de sentimientos, es lo que nos pasa a los que queremos a estos animales, cada vez que los recuerdas se te pone un nudo en la garganta.. como dice Iratxe, hay que recordarlo con una sonrisa y los buenos momentos que pasásteis juntos.
ResponderEliminarEra una preciosidad de gato con esa panza blanca.
Ains se me han saltado las lagrimas, que gustazo leer algo escrito con tanto amor ;D
ResponderEliminarAins se me han saltado las lagrimas, que gustazo leer algo escrito con tanto amor ;D
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