Hoy tenemos otro angelito con buena fortuna por aquí 
Manjo ExLibris desde Melilla, nos cuenta su historia de amor con Antonio.
Para vosotros mi número de la suerte: el NÚMERO 7
" Llevo unos días pasándome por tu blog, y me parece la mar de interesante. Habrá más, no te lo pongo en duda, pero un huequito así para los michinos me parece fantástico, para que todo el mundo vea que no son tan ariscos como la fama que tienen.
Bien, quiero presentarte a Antonio, mi Gato.
El 24 de marzo hará cuatro años que le trajimos a casa, apenas tenía tres días, ¿sabes? le habían tirado a un contenedor en una carretera MUY transitada cerca de un instituto de aquí de Melilla. Una amiga le encontró y sabiendo que yo quería tener un gato desde hace mucho, muchísimo tiempo, le propuso a mi madre si queríamos quedarnos con él.
Mi madre me lo regaló de sorpresa y todavía guardo el lazo con el que le traía. El pobre aún tenía restos de placenta y una manchita en la nariz, y estaba hambriento. Tan pequeño era que había que darle la leche con jeringuilla, pero no se saciaba, así que tuvimos que adaptar una tetina de un minibiberón para gatos y que pudiera comer a gusto, y para dormir igual, teníamos que ponerle una botella de agua caliente sobre la que él se tumbaba, porque no pensaban que sobreviviera. Ahora es un señor gato, un Garfield de la vida como yo le digo, porque es gordote, pero le quiero mucho, muchísimo, te podría decir que es una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida.
Y aunque sea un poco travieso y de vez en cuando muerda, cuando le cogemos en brazos y nos acaricia la cara con una ternura que sólo sabe él se olvida todo.
Te dejo unas cuantas fotos suyas, algunas de cuando era bebé y otras más actuales, ya verás qué guapo es.
Ha sido un placer encontrar tu blog.
Manjo ExLibris "
Bien, quiero presentarte a Antonio, mi Gato.
El 24 de marzo hará cuatro años que le trajimos a casa, apenas tenía tres días, ¿sabes? le habían tirado a un contenedor en una carretera MUY transitada cerca de un instituto de aquí de Melilla. Una amiga le encontró y sabiendo que yo quería tener un gato desde hace mucho, muchísimo tiempo, le propuso a mi madre si queríamos quedarnos con él.
Mi madre me lo regaló de sorpresa y todavía guardo el lazo con el que le traía. El pobre aún tenía restos de placenta y una manchita en la nariz, y estaba hambriento. Tan pequeño era que había que darle la leche con jeringuilla, pero no se saciaba, así que tuvimos que adaptar una tetina de un minibiberón para gatos y que pudiera comer a gusto, y para dormir igual, teníamos que ponerle una botella de agua caliente sobre la que él se tumbaba, porque no pensaban que sobreviviera. Ahora es un señor gato, un Garfield de la vida como yo le digo, porque es gordote, pero le quiero mucho, muchísimo, te podría decir que es una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida.
Y aunque sea un poco travieso y de vez en cuando muerda, cuando le cogemos en brazos y nos acaricia la cara con una ternura que sólo sabe él se olvida todo.
Te dejo unas cuantas fotos suyas, algunas de cuando era bebé y otras más actuales, ya verás qué guapo es.
Ha sido un placer encontrar tu blog.
Manjo ExLibris "
Dios mío!!!! Era chiquitííísimo…….. que miedo tuvisteis que pasar…..
Ya he visto por el nombre de la fotos que le llamáis “Antoñito”.
Me encanta.
Me recuerda a mi Manolo que también era “Manolito”, aunque de “ito” no tenía nada
El placer ha sido mío. Gracias por escribir.
Ah! SORPRESA, Mira lo que he encontrado (espero que te haga ilusión y no te moleste)
jajajaja la verdad es que no me acordé, la verdad es que ni siquiera pensé en adjuntar el vídeo, pero sí, es mi Antoñito.
ResponderEliminarGracias por publicar nuestra particular «historia de amor», un besazo!
Me encanta ver que somos mucos los que sentimos amor por los animales en general, y los mininos en particular. A Antoñito, le tocó la lotería.
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